Feliz Navidad.....





EL DÍA QUE JESÚS NO QUERÍA NACER

Ahora, en estos días que el frío, la lluvia, la niebla y las noches son como personajes de nuestra tradición, me atrevo, a la luz de la lumbre de la memoria, a contar algo que no sé si es una historia o un cuento, un milagro o una fantasía, algo que no sé si lo he vivido o me lo han contado, si lo soñé o lo he inventado. Tengo serias dudas respecto a este relato, pero juraría que es cierto que una vez recibí una carta de unos niños que me lo contaron.

Es más…, tengo la carta aquí, entre las manos. Pero también es verdad que no sé si es cierta o no la carta. De modo que quizá lo mejor sea que nunca sepamos la verdad. Milagros hay -invenciones hay, fantasías, cuentos, sueños, verdades inciertas- por los días de todos nosotros que no nos atrevemos nunca a contar. Milagros que un día nos iluminaron, nos sorprendieron en nuestras dudas y que conservamos como reliquias de un prodigio. Milagros… que a lo mejor no son milagros, pero que preferimos pensar que lo son, con tal de no perder del todo la fe en las cosas.

Por eso hoy, en estos días en que es más fácil creer, que uno retorna al tiempo en que la imaginación era más poderosa que la realidad, que la inocencia nos dominaba aún, voy a contar algo que juraría que me contaron…

ADVIENTO



CUENTA CONMIGO
Existen mil maneras de “tocar” los corazones
 Más que las palabras son los gestos.
Al que tuvo hambre, tú Jesús le diste de comer
Al que tuvo sed tú Jesús le diste de beber
Al que lloraba, tú Jesús le consolaste.
Al que estaba enfermo tú Jesús le curaste
Al que estaba sólo tú Jesús le visitaste.
Más que las palabras son los gestos que tocan los corazones. Hoy nos invitas a pasar a las obras.
Nos invitas a ofrecer como regalo un gesto o un servicio, que toque y alegre el corazón de alguna persona.
Jesús abriste a la entrega el corazón de María tu madre. Abre nuestro corazón para que puedas contar con nosotros.