Plan pastoral 2015. Bienvenida de la presidenta

Con el comienzo de un nuevo curso siempre nace una nueva ilusión por conseguir todo aquello que nos proponemos y que con entusiasmo nos disponemos a realizar.
Un nuevo curso es una nueva creación ante nuestros ojos como el lienzo en blanco ante un pintor en plena fase creativa, que tiene en su mente miles de ideas y que con gran emoción se dispone a ponerlas en práctica dibujando y creando trazos nuevos llenos de color, luminosidad, energía y amor, pues sin amor nada se puede crear.
El amor es la base de toda creación y en la vida del cristiano comprometido aun más, pues Dios nos llama a vivir el amor con intensidad en todos los aspectos de nuestra vida cristiana. Como bien nos dice San Pablo en su Carta a los Corintios “Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada”.
La misericordia de Dios es infinita y así es como debemos de entender el amor de Dios, el amor que profesamos los cristianos, como una creación constante e infinita que nos hace seres capaces de vivir en libertad, comunidad y entrega constante al hermano. Por ello JMV, como no puede ser de otra manera, se dispone a vivir por este camino de misericordia infinita al que el Papa Francisco nos invita y que como miembros activos y comprometidos eclesialmente nos sentimos llamados a enraizar en este nuevo año que Dios nos ha regalado, un año en el que trabajaremos “por un amor creativo hasta el infinito” y no hay mejor manera que a través de nuestra Nota Vienciana, pues JMV, como miembro de la gran Familia Vicenciana, se siente llamada a evangelizar con el carisma propio, que no tiene otra base más que el amor misericordioso de Dios.
Comencemos este nuevo curso dejándonos en manos de Dios, escuchando su mensaje y su palabra en todos y cada una de los momentos que nos disponemos a vivir, en un curso que será espacio de momentos, vivencias y encuentros donde no faltará lo más importante, la mejor herramienta para un pintor de la obra creativa de Dios: su AMOR.
Y ahora te pregunto, ¿estás dispuesto a dejarte crear por el infinito amor de Dios?
¡Feliz curso!

No hay comentarios:

Publicar un comentario